Las mujeres como yo
no saben hablar;
La palabra se les clava en la
garganta
como una espina,
y prefieren tragársela
Las mujeres como yo
sólo saben llorar,
su remiso llanto
de repente
mana
como
una vena cortada.
Las mujeres como yo
reciben las bofetadas
sin atreverse a devolverlas.
Tiemblan
de cólera
contenida.
Leonas enjauladas,
las mujeres como yo
sueñan…
con la libertad.
MARAM AL MASRI.
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